Rosario era una adolescente de 18 años, vivía con su madre y
su hermano en buenos aires, mas precisamente en Vicente López, su padre vivía en
Neuquén, una provincia de argentina que quedaba a 1200km de donde ella vivía. Ro
raramente escuchaba de él, la llamaba de vez en cuando pero no sabía mucho de
su vida, ella había vivido en un pequeño pueblito llamado Cipolletti que
quedaba al lado de donde vivía su padre, por lo tanto había estado presente en
su infancia, pero ya no tanto. Su madre por otro lado viajaba todo el tiempo y
dejaba a Rosario Y Joaquín su hermano solos todo el tiempo, el sueño de
cualquier adolecente, no el de ella. Ella lo que quería era amor, no tanto por
parte de su madre, sino de alguien, tener a alguien a quien amar. Tras
experiencias anteriores ella se había cerrado al amor, no dejaba que nadie la
amara ni amaba a nadie. Esto la hacía sentir muy vacía pero era involuntario,
no podía sentir. Se sentía más que nada como un objeto, infeliz, incompleta.
Ante los ojos de sus amigos ella era feliz, pero por dentro se sentía
incompleta, había perdido a su mejor amiga y al que creía el amor de su vida,
quien la había engañado y dejado por otra.
Eran las 5 de la tarde de un jueves cuando Rosario se levantó,
sintiéndose vacía como siempre, había olvidado que tenía clases particulares y
su madre le había gritado. Se metió en su notebook y no se sintió con ánimos de
jugar como siempre, por lo que se fue a la plaza, donde se encontró con un
grupo de amigos de su secundaria, como extrañaba el colegio, era una distracción
para todas las cosas que sucedían adentro de ella. Le hacía olvidar todo lo que
sentía como todas sus relaciones habían fracasado como se había enamorado
falsamente tantas veces y había quedado dolida. Sentía que no era lo
suficientemente buena para nadie, cuando alguien la amaba ella rechazaba, era
lo único que sabía hacer, para ahorrarse el dolor de la ruptura, de las peleas
y los celos. No sentía que nadie mereciera estar con ella ya que era un
desastre, no era una chica fea, ni aburrida pero estaba muy mal
sentimentalmente, todas sus relaciones fracasaban y ella siempre se culpaba.
Ese día un chico la agrego a fb y dijo que la había visto en
Sick unas noches atrás(una noche de mierda para ella por supuesto, ya que se peleó
con un amigo y se cortó la mano con un vidrio). Este chico la empezó a
chamuyar, algo que ella ODIABA, ODIABA QUE LA CHAMUYARAN LE PARECIA BULGAR Y
ASQUEROSO QUERIA UN CABALLERO ALGUIEN QUE LA ENAMORARA CON SU FORMA DE SER NO
CON PALABRAS GASTADAS EN 238492347 CHICAS ANTERIORMENTE. ELLA QUERIA SENTIRSE
ESPECIAL QUERIA SER DIFERENTE, QUERIA MARCAR LA VIDA DE ALGUIEN QUERIA SER EL
CENTRO DE ESA PERSONA, SER NECESITADA, AMADA, PENSADA. Por lo que no trato muy
bien a este chico, era un chico más, normal, tarado, como todos los chicos,
solo otra futura decepción para ella. Y así fue, pero ella se enamoró, porque además
de todos estos problemas parecía que era masoquista también. Las cosas no
resultaron con Nicolás, ella empezó a salir con otro chico para darle celos y
cuando las cosas terminaron con este chico (Lucas) , Nicolás ya había encontrado
a otra, no era nada raro, el mundo estaba LLENO de chicas mejores que ella más
lindas, menos histéricas y menos MENTALLY FUCKED UP, no conozco la expresión en
castellano.
Ese sábado sus amigas la invitaron a ir a Sick de nuevo,
Rosario NO TENIA GANAS de ir, pero fue porque quería estar con sus amigas y
despejarse un poco, fumo un faso y bailo la mayoría de la noche, sin prestar atención
a nadie en especial, mientras sus amigas se comían a flacos random, algo que ya
no le interesaba a Rosario, en un pasado hubiera encontrado esto divertido y
hubiera hecho lo mismo, pero descubrió que solo lo hacía para sentirse linda y
bien consigo misma, pero pensó que no era la manera, que se iba a hacer valer. Por
más de que sus amigas fueran todas diferentes y pensaran diferente a ella, ella
no las juzgaba, ella las entendía, no juzgaba a nadie, se sentía superior e
inferior a la misma vez, algo raro. Esa noche un chico se acercó a ella, eran
las 5 am ya, este chico le pregunto si estaba bien, ya que la había visto
bailar sola por horas, ella lo había ignorado, había visto a sus amigas con
otros y decidió ir a hablarle. Rosario lo ignoro hasta que se dio cuenta que no
tenía intenciones de chamuyársela, entonces intento conocerlo, uno nunca sabe,
hasta podría ser alguien interesante. Así ellos hablaron hasta las de la mañana de música, política, la vida,
todo. Él le dio su pin y siguieron hablando, él vivía a unos 30 minutos de su
casa, en Palermo, pero eso no le importo mucho, ya que ella supuso que nunca lo
volvería a ver.
Al otro día este chico la llamo, él se llamaba Edgardo, un
nombre peculiar, bastante feo. Él no era muy lindo tampoco tenía una nariz
bastante grande, pero tenía una sonrisa hermosa. Por teléfono le dijo que era
una de las personas más interesantes que había conocido en su vida, que mis
problemas eran normales, que eran cosas que pasaban, y que le gustaría salir
conmigo esa tarde a tomar algo. Ella accedió ya que no tenía nada mejor que
hacer con su vida, no iba al colegio ya lo había terminado aunque adeudaba
materias, lo que no le permitía empezar la facultad.
Fueron a un Starbucks en Palermo, el la paso a buscar en su
auto, ella fue vestida así nomas, con una remera de superman unos chupines y
unas vans. Apenas la vio se quedó sin palabras, le dijo que estaba muy linda,
algo que a ella no le gustó mucho, eran comentarios de pendejos pajeros, los
odiaba. Pero no lo volvió a mencionar, él le pidió que le cuente todo sobre su
vida, asique le conto, sobre su padre, sobre su madre, sobre su relación con su
hermano, que lo amaba, él siempre la acompañaba y apoyaba en todas sus decisiones
era una persona de oro, de pequeños se llevaban muy mal pero ahora eran más que
hermanos eran mejores amigos. El la escucho atentamente, haciendo acotaciones,
pero era algo que a ella le encantaba, que la escuchen. Él también le conto de
su vida, vivía solo, sus papas tampoco estuvieron muy presentes en su vida, ya
que eran empresarios y viajaban todo el tiempo y era hijo único por lo que
nunca se sintió muy acompañado, vivió con niñeras toda su infancia/adolescencia,
que cambiaban todo el tiempo por un motivo u otro, por lo que tampoco creo un
lazo afectivo con ninguna. Ella le conto de su ex novio, Marcelo a quien ella había
amado incondicionalmente por 2 años y este la había engañado y dejado por
otra(no la misma con al cual la había engañado) de un día para el otro. Ella ya
lo había superado, pero había quedado marcada. El la entendió y la abrazo, compartió
su disgusto por las personas así. Parecía el chico perfecto, no había intentado
nada mientras hablaban ni agarrarle la mano a Rosario, algo que a ella le
gustaba. Le gustaba el suspenso, los retos, las cosas difíciles, le gustaba ser
la que iniciaba las cosas afectivas, le gustaba darles cierta cantidad de
suspenso. Cuando él la dejo en su casa ella le abrazo y le dio un beso en el
cachete, nada muy atrevido, él le dijo que quería seguirla conociendo, que le gustaba
mucho su manera de ser y de pensar.